viernes, 14 de mayo de 2010

Al maestro con cariño.

Con profunda tristeza veo que cada día nuestra seguridad y la de nuestras familias es más que vulnerable. Pero me indigna como padre de familia, que no exista un programa educativo obligatorio y masivo, que siembre en la semilla de las nuevas generaciones no solo el respeto a la vida como la lucha contra el aborto, sino que les muestre la importancia del respeto al individuo, a la mujer, a los hijos y el valor de la verdad y de la honradez. Que les haga ver a las nuevas generaciones la importancia de la lucha contra el crimen, contra las drogas y que en ellos despierte el sentido común de lo que está bien y lo que está mal. Hace unos años el Gobierno lanzó un concurso para ver cuál era el trámite más burocrático: Por Dios!! Hay miles…MILES. Debió haber habido empate.

Mejor suban sueldos y seguros a los policías y den mejores recompensas para denunciar a bandas de delincuentes, al tiempo que hagan programas para sembrar en las nuevas generaciones la importancia por ser mejores ciudadanos. Lo que sembremos, tendremos. Ya basta de que se exijan aumentos al magisterio cuando la calidad educativa no es la que merece nuestro país, y cuando mucho más se podría hacer en las escuelas para enseñarles a los alumnos la importancia de que lo que son ahora, se convierta en la esperanza de lo que NECESITAMOS en un mañana que hoy por hoy es cada vez más incierto.

jueves, 7 de enero de 2010

Libertad de convivencia?

Leía hace unos minutos el escándalo en el que se metió el comunicador Esteban Arce por comentarios que se consideraron homofóbicos toda vez que grupos que defienden la “diversidad” se ofendieron. Francamente no se qué comentarios haya hecho Esteban, pero aquí deseo destacar dos temas que considero importante hacer. El tono implica el modo. Y tocaré de una vez un tema con el que no estoy de acuerdo y es el tema de adopción entre parejas del mismo sexo. El hombre y la mujer tienen funciones naturales específicas y diferentes. Es una naturaleza con la que nacimos. No es una posición homofóbica.

Así nacimos y por algo nacimos así…Que existan situaciones genéticas o sociales y uno no desea ser como es, caray, es como el chaparrito que reclama su derecho a ser alto, o el alto que desearía ser chaparrito. Fue algo natural como se haya nacido. Sin embargo dudo mucho que Michael Jackson haya aceptado ser moreno. No solo eso, renegó su color y se pigmentó la piel para ser blanco y finalmente quedó en una caricatura de lo que era. Eso pasa con aquellos que reniegan su sexo por situaciones externas…no porque hayan nacido morenos, cuando realmente eran blancos. Me explico? Si alguien nació con órganos masculinos y tenía genéticamente todo para nacer femenino, caray…es normal y admirable que luche por descubrir su identidad. Pero cuando uno nace masculino y de pronto descubre que su otro YO es más fuerte, también se debe respetar…PERO HASTA AHÌ. No se vale que se estén adoptando niños para que esos niños al rato vean con absoluta naturalidad algo que finalmente no fue tan natural con uno y requirió un proceso de “aceptación” o adaptación.

Respeto ideologías pero siento que así como hay gente que fuma por imitación, pelea por imitación e incluso una violencia doméstica por imitación, puede haber niños que al rato “por imitar” quieran besar a niños de su mismo sexo porque sus “papis” los hacen y ellos lo consideran normal. (Y no hablo de besos propios de la ternura o inocencia de un niño)

No se vale, y repito, quiero ser muy claro, que algo que pudiera considerarse como un derecho social y que es válido expresarlo, se torne en una germinación por imitación.

El respeto al derecho ajeno, es la paz. Pero si quieren que se respeten sus derechos, también respeten los derechos de gente que no tiene capacidad de decidir como es la de un menor. Es decir, pregúntale a un niño de 3, de 5 o de 8 años si desearía vivir sin un papi o sin una mami, y verás que la tendencia de la mayoría seria tener madre y padre. No ambos del mismo sexo. Entonces porqué permitir que se les niegue a los niños el derecho de tener padre y madre, como aquellos que defienden el derecho de vida: No se puede decidir la vida de alguien que no puede defenderse, tampoco negarle a un menor, que tenga padre y madre.